domingo, 21 de septiembre de 2008

En el principio todo era caos.


¡Qué maravillas estas del internet! ¡Qué bondades las que nos ofrece la tecnología! Hace algunos años era yo el mismo preocupado por la muerte y por Dios, por el amor y por la mujer que no tenía, por el futuro y pensando en el pasado. Viviendo el día a día desde la intimidad de mi recámara, escuchando música y escribiendo en el cuaderno que "ya no ocupaba".


Hoy día -y definitivamente después de quién sabe cuánta gente y de quién sabe cuánto tiempo- he entrado a una página de algún desconocido buscando una página de Hi5 de la cual quedé enamorado por la simpleza a la hora de escribir y la sencillez en el concepto: todo giraba en torno a Charlie y Lola.


He de confesar que he hallado cosas buenas y que me he animado a hacerle a esto del escritor. Ahora ya no arrastro la pluma o el lápiz, ahora -igual que hace algunos años en mi cuarto y con más o menos la misma música- tomo la pc y me pongo a escribir. Ahora los límites son mayores: ahora escribo a las tres o cuatro de la mañana, poco antes de dormir. Escribir es el preámbulo de mis sueños, es la invitación a soñar y a mirar lo que uno quiera.


Definitivamente esto de desahogarme a través de las palabras me gusta, me encanta. Independientemente del talento escaso o nulo que pueda tener, es una actividad catártica. Me gusta escribir, amo escribir, me encantan los diarios, amo la poesía y generalmente ando en la nostalgia...no aquella nostalgia que añora sino aquella nostalgia que sueña.


Han sido días poco sencillos en algunos rubros pero la internet, la pc, la música, el tabaco y en algunas ocasiones el alcohol, me han permitido mediar con toda esta serie de sensaciones y emociones.


Escribir... definitivamente ha sido el recurso más utilizado. Escribir está por sobre todas las otras cosas que he enumerado... escribir... es incomparable. Lo disfruto, es un placer libidinal. Me gusta, me encanta y quiero seguir haciéndolo... amo escribir.


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