viernes, 20 de diciembre de 2013

Decisiones

Decisiones

Hoy en día el mercado ofrece al sujeto contemporáneo cientos de ofertas "exclusivas y personalizadas", sin embargo lo único que el mercado no puede ofrecer es colmar el deseo de los hombres y mujeres: puede ilusionar con que lo hará pero no puede ofrecer saciarlo.

La vida es una constante toma de decisiones: comer en casa o en algún establecimiento, tomar té o café, comprarse este auto o aquel, vivir en casa propia o pagar una renta, casarse o no, acostarse con alguien, beber, fumar, hacer ejercicio.

Sin embargo, pocas veces somos conscientes de esta toma de decisiones. Aquellos que saben de PNL y de "inteligencia emocional" tal vez lo tengan más a la mano y tendrán miles de tips y de sugerencias al respecto. ¡Bienvenidas! Pero no perdamos de vista que hay cosas que nos rebasan, que nos superan, que apenas y podemos intentar circunscribirlas al hacer un escrito o al ponerlas en palabras habladas.

Estas decisiones -buenas o malas, según su resultado- están permeadas por la esencia, por lo sacro, por lo que uno es, por aquello de lo que uno está hecho, constituido y casi nunca son azarosas. Uno puede asombrarse un día cualquiera con algo inesperado, pero tal vez es que uno no se dió cuenta de todo lo que fue sembrando para obtener ese resultado. Lo maravilloso, es que aún tomando nota de las decisiones de uno, el Universo y la vida se encargan de mostrarnos la faz de la luna que precisamente olvidamos al fotografiarla: sí, nos muestran aquello que no pensábamos o que no queríamos ver.

Hay quienes dicen que si deseas algo con todo tu corazón, el Universo se encarga de traértelo. Yo no dudo de ello, pero confío más en el trabajo diario, en la constancia, en el esfuerzo. El Universo ha conspirado pues para darme no más ni menos, sólo lo justo. Sólo aquello que he trabajado para tener.

Lo que agradezco por sobre todas las cosas son la gente buena y llena de buenas intenciones y de tanta fuerza para trabajar y crecer y ser mejor personas. Esos, esos me han rodeado mucho últimamente y, ha habido dias en que -incluso sin darme cuenta- me han sostenido y ayudado a mejorar; me han servido de ejemplo y algunos otros más cercanos  me han obligado a que mi indisciplina e inconsistencia desaparezcan a ratos.

A veces, cuando la noche se llena de neblina y el frío cala hasta los huesos, uno se desespera, quiere volver al sitio seguro, ahí donde se siente poco vulnerable, a ese parque de la primera vez. Pero uno olvida que aquellos árboles que nos dieron sombra han cambiado, que aquel sitio no es el mismo, que todo cambia.

Este viernes la vida me ha puesto de cara a eso "inesperado" y no me ha tomado por sorpresa. Es más, hasta lo gozo. Claro que me conmueve y me emociona y tiemblo y una parte de mi tiene miedo y no sabe qué hacer. Por supuesto que una parte de mi tiene pavor de tomar una decisión equivocada, por supuesto que siento un nudo en la garganta; claro que tengo palabras atoradas en la garganta y  un millón de mariposas pachecas en la panza. Pero también encontrarse  de golpe con aquello que uno estuvo construyendo por años, tiene su toque de felicidad.

Más cuando parte del resultado del trabajo son personas y le preguntan a uno qué hace, cómo está y le demuestran a uno que a pesar de los años, le siguen recordando y queriendo. Esta vida mía me está llenando de satisfacciones y, aunque a veces, me siguen sorprendiendo cosas que no espero, que no deseo y que no busqué -según yo- me quedo tranquilo y en paz.

Quiero seguir aprendiendo, creciendo, me gusta este momento de mi vida. Y me gusta tener a la gente que tengo a mi lado. Hasta ahora lo que he hecho, ha valido la pena. Y aún más, estoy cierto que vendrá más gente a mi vida, quizá algunos que apenas vienen en camino, que me harán crecer y me enseñarán y aprenderé.

Estas decisiones mías me han llevado a donde estoy. No siempre me gusta, lo reitero, pero sin lugar a dudas están ayudándome a crecer. Algunas a veces me enloquecen, pero sé que es transitoria mi locura (o al meno eso espero). En algún momento lo hice con soberbia al decir: no cambio lo que he vivido. Hoy no estoy tan orgulloso ni tan feliz de haber pasado por lo que pasé, pero sé que lo que pasé fue necesario para llegar a donde estoy y donde estoy y cómo soy me agrada, cada vez más.

Fz. Estío 56, el viernes 20 de diciembre del 2013, a las 11:29


P.D. Todo esto surgió escuchando esta canción de LA HABITACIÓN ROJA (La segunda oportunidad)



https://www.youtube.com/watch?v=Xj2u-2LQRJ0