En algún momento el buen Jaime Sabines ponía sobre la mesa la pregunta de qué es un mirada y concluyó que es un triste rayo de luz descarriado, una paz sin dueño. Sí, a veces la vida es tan relativa, otras es tan simple. Existen momentos que la vida es sólo instantes que se van y nunca vuelven. La vida es simple, nosotros -incluidos tú y yo, aunque no nos guste- somos simples, llanos.
Sin embargo, hay días -pero sobre todo noches- en que una palabra basta, una llamada, una sonrisa o simple y sencillamente una mirada. Sí... ésa de la que hablaba Sabines. Bastan para ponerle a uno una sonrisa, para hacer que se hinche el corazón, para crecer uno mismo, para "sentirse vivo". No todas las miradas son iguales y no todos los ojos dicen lo mismo. Cuando tú y yo empezamos a ser menos ajenos te hablé de cuánto me gustaban tus ojos. Hoy puedo decirte que esos ojos me llevaron, me condujeron a lugares inhóspitos, abandonados, lejanos. Como Bécquer yo también doy un mundo y me pierdo en el mar de esos ojos. Amo tus ojos, amo tus manos, amo tu boca, tu vientre, tus piernas, te amo a tí. Eres como un rompecabezas que voy construyendo de a poco día a día en cada beso que te doy y en cada abrazo que me das. Poco a poco entonces -mientras afuera llueve- me voy quedando prendido a tu imagen (sólo tú puedes darme eso que necesito, sólo en tí hallo eso que soy). Verónica, mi
Verónica, mi niña, mi amiga, mi vieja, mi amor. ¡Te amo (y también amo tus ojos)!
http://www.youtube.com/ watch?v=Hkke0UOJMB0
Sin embargo, hay días -pero sobre todo noches- en que una palabra basta, una llamada, una sonrisa o simple y sencillamente una mirada. Sí... ésa de la que hablaba Sabines. Bastan para ponerle a uno una sonrisa, para hacer que se hinche el corazón, para crecer uno mismo, para "sentirse vivo". No todas las miradas son iguales y no todos los ojos dicen lo mismo. Cuando tú y yo empezamos a ser menos ajenos te hablé de cuánto me gustaban tus ojos. Hoy puedo decirte que esos ojos me llevaron, me condujeron a lugares inhóspitos, abandonados, lejanos. Como Bécquer yo también doy un mundo y me pierdo en el mar de esos ojos. Amo tus ojos, amo tus manos, amo tu boca, tu vientre, tus piernas, te amo a tí. Eres como un rompecabezas que voy construyendo de a poco día a día en cada beso que te doy y en cada abrazo que me das. Poco a poco entonces -mientras afuera llueve- me voy quedando prendido a tu imagen (sólo tú puedes darme eso que necesito, sólo en tí hallo eso que soy). Verónica, mi
Verónica, mi niña, mi amiga, mi vieja, mi amor. ¡Te amo (y también amo tus ojos)!
http://www.youtube.com/