viernes, 17 de agosto de 2012

Esos ojos.

En algún momento el buen Jaime Sabines ponía sobre la mesa la pregunta de qué es un mirada y concluyó que es un triste rayo de luz descarriado, una paz sin dueño. Sí, a veces la vida es tan relativa, otras es tan simple. Existen momentos que la vida es sólo instantes que se van y nunca vuelven. La vida es simple, nosotros -incluidos tú y yo, aunque no nos guste- somos simples, llanos. 
Sin embargo, hay días -pero sobre todo noches- en que una palabra basta, una llamada, una sonrisa o simple y sencillamente una mirada. Sí... ésa de la que hablaba Sabines. Bastan para ponerle a uno una sonrisa, para hacer que se hinche el corazón, para crecer uno mismo, para "sentirse vivo". No todas las miradas son iguales y no todos los ojos dicen lo mismo. Cuando tú y yo empezamos a ser menos ajenos te hablé de cuánto me gustaban tus ojos. Hoy puedo decirte que esos ojos me llevaron, me condujeron a lugares inhóspitos, abandonados, lejanos. Como Bécquer yo también doy un mundo y me pierdo en el mar de esos ojos. Amo tus ojos, amo tus manos, amo tu boca, tu vientre, tus piernas, te amo a tí. Eres como un rompecabezas que voy construyendo de a poco día a día en cada beso que te doy y en cada abrazo que me das. Poco a poco entonces -mientras afuera llueve- me voy quedando prendido a tu imagen (sólo tú puedes darme eso que necesito, sólo en tí hallo eso que soy). Verónica, mi 
Verónica, mi niña, mi amiga, mi vieja, mi amor. ¡Te amo (y también amo tus ojos)! 



 http://www.youtube.com/watch?v=Hkke0UOJMB0

viernes, 15 de junio de 2012

Coffe & cigarrets

Dios debió haber estado borracho o drogado cuando inventó el amor. De otra manera no me explico cómo es que se le ocurrió semejante cosa y seguramente estaba dormido o llorando cuando lo compartió con los hombres.

Avenida Universidad, viernes en la mañana y los anuncios de uno y otro político, los gritos que apoyan al partido y de fondo la música de viento de los intérpretes callejeros al ritmo de un sax y una tambora tocando "La puerta negra". Yo saliendo de la clase de inglés después en la cual me doy cuenta que para el amor no existe idioma y para la locura menos, porque incluso en inglés puedo compartir estas "cosas mías".

En estos meses he leído tanto acerca del "amor" y de las "relaciones personales", de la importancia personal y de lo aprehensivos que somos. Sin embargo, nada de esto puede compararse ni darme solución a mi vida diaria, al menos no por ahora. No, se trata de algo tal vez más profundo o más superfluo, no lo sé. Lo que sí sé son las palabras de Hugo Murgo cuando alguna vez preguntó... "¿y por qué a veces funciona eso de quitar la importancia personal y otras veces no? Por más que se haya trabajado".

No, no me interesan hoy las respuestas que cada una de las corrientes psicológicas tenga desde su <> acerca de lo qué es y cómo manejar el amor.

No, hoy apelaré a mis vísceras, a mi piel, a mi hipertenso corazón, a mi gusto y a mis  manos y mis pies que son los que sienten esto que estoy viviendo. Apelaré a mis venas y a mis arterias. Porque ocurre que ese amor "bonito" -de cuentos- cuando uno <> (las flores, los peces, el cielo, los abuelos, los niños, el perrito de la casa del vecino, los defectos del idiota que nos jode en el trabajo) no se me ha dado últimamente y no se me dará. Al menos no en un corto tiempo. 

Hoy apelaré a esa sensación a flor de piel, en el estómago, en el corazón -de verdad, creo que por eso soy hiperintenso e hiperaprehensivo-, que llega y nos toma; nos hace suyos. Porque existe algo que los sabiondos llaman Das Unbewusst que nos gobierna, aún sin que nos demos cuenta y que nos lleva a lugares inhóspitos y olvidados, abandonados ya en pos "de la salud mental". Ese acontecimiento, le decía a Lety -my english teacher- es involuntario e ignorado, indómito. Uno puede curarse en salud y decir que está preparado, que ya se la sabe, que lo ha vivido antes. Sin embargo, sigue siendo desconocido y ajeno, no se puede simbolizar. ¡Bendito Dios cuando le dió el tinte de no simbolizable!

En esos momentos uno es un manojo de emociones, no alcanza a tramitar, porque si tramita se aleja... y si uno tiene personalidad adictiva sabe que le hace daño pero es "más fuerte que uno". No se trata de un acto volutivo. Ya después uno procurará relacionarse de una manera saludable pero la emoción, la sensación, la vivencia se nos escapa, se nos escurre, se nos va. Uno despierta y dice ¡Fuck!, camina y dice ¡Son of bitch! y de pronto se halla en el medio de la avenida pendejeando o como me dijeron hoy en Reflexive mode.

Por si fuera poco todo esto, le vienen a uno aquellas palabras del buen Marco cuando hablaba del "ser que espera revelarse" (aunque yo tengo mis dudas acerca de la acepción porque bien pudiera ser REBELARSE) y cae en cuenta de que efectivamente <>: que uno trae cargando consigo mucha energía que no a toda la gente le parece positiva y que más aún, uno ni siquiera ha reparado en ella y cuando se ha dado cuenta piensa que es a razón de alguien más y no que le es propio, que es parte de uno. De poco sirvió intentar canalizar por otros medios dicha energía procurando no mostrarla porque lo único que ocurrió fue que se acumuló y explotó y salió y me di cuenta que soy todo eso. Entonces vi la parte "non grata" para mi Bewusst  y que miraba lejana y ajena y fue sentirme como aquella imagen de cuando tenía 10 años y vi cómo quedó el edificio federal Alfred P. en Oklahoma después del atentado perpetrado por Timothy Mc Veigh. Vi cómo me iba derrumbando de a poco y toda esa "imagen" que yo tenía de mi mismo se iba desmoronando. No soy ése que pensaba ser, y que iba gritando por la calle que era. "Cuando el Yo se siente en amenaza, se produce el resorte de la agresividad". ¿Debo agregar algo más?

Uno de esos impasses donde se convoca a casi todo el simbólico y éste no es suficiente, como un duelo de mi identidad. Una identidad que simultáneamente atraviesa por un estado amoroso y que está debilitado. ¿Podre fagocitarme my self? Y entonces vienen a mi las ideas de la muerte y de mi finitud y de eso que he venido postergando y me quedo sin asideros. ¿Y ahora de dónde me tomo? ¿Tan débil o tan vulnerable soy? Si se trata de una posición, entonces puedo salir de ella. Sin embargo se trata de un proceso dialéctico en el que no sé qué va a salir ni quién voy a ser. Si no sé, tengo una ventaja, me dijeron... porque puedo ser muchas cosas y puedo ser lo que yo quiera, incluso tomar rasgos que tenía antes de mi derrumbe pero ahora con otro matiz.

Mientras tanto he de conformarme con terminarme este sorbo de café y darme este cigarro. En unos minutos me voy a trabajar y mañana en la noche tendré uno de esos placeres por los que tanto he "luchado". Este parque ya no es el de la primera vez. Yo ya no soy el mismo. Y si ya no soy el mismo... ¿entonces quién soy? Y sin recursos... sólo acerté a escribirlo, para des-ahogarme. Porque este sentimiento y esta emoción es sofocante. ¿Quién te dijo que yo era ése? ¿Qué extrañas razones me llevaron a engancharme contigo?

Lo dije y lo sostengo... ¡todo lo confundes, todo lo mezclas!

La puta madre. Estoy tomado, me dijeron, ya te cargó. Ja... y ya lo sabía, me di cuenta, pero no puedo negar que me da miedo. Me siento vulnerable. ¿Se puede más?

More than words.

Fz., en Estío 56, a las 11:45 del 15 de junio del 2012.